lunes, 17 de enero de 2011

cenizas.

Sol radiante. Su cabeza no para de funcionar, no para de imaginar. De asociar. De volar. Un fogon de la noche anterior. Y su cabeza sigue a mil. Apoya su mano sobre las cenizas. Las siente. Alza su mano. De repente, se desvanecen entre sus dedos. Como lo hacen los insectos, los sueños, los días, las vidas de miles de seres humanos. Y ahi comprende que algunas cosas se van rapido, que los días pueden irse, los sueños, los insectos, las vidas de miles de seres humanos.. como se van las cenizas. Y que ella misma, también. Una frase le carcome la cabeza, 'memento mori'. Su cabeza vuela. Ella vuela. Pero las cenizas todavia quedan, perduran.

-Candela Cafiso-

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